La Vela Puerca en Rosario.-
La Vela Puerca se presentó el pasado sábado en Metropolitano, una de las venue más grandes que hay en la ciudad, con todo lo que conlleva congregar público allí. La comunión velera no falló, fue sold out como suelen decir por estos días, una marca típica del espacio. Quien pisa en el metropolitano lo hace fuerte.-
La noche comenzó con “Contra el viento” una de las canciones nuevas, con la efervescencia del público en la cresta de la emoción, fue un “blend” de canciones de los últimos trabajos como “Calle adicción”, “Casi Todo” y “Buenas Mascotas” para entrar en calor, yendo del fin hacía el comienzo, como suele ocurrir en estos casos. La Vela Puerca siempre reivindicó en el escenario que sus últimos discos son más que un conjunto de canciones nuevas, son su presente y como tal siempre han partido desde allí para brindar un recorrido a todo su trayecto.-
Los clásicos no faltaron ni fallaron, con el recorrer del disco nuevo que, incluso contó con “Dieguito Arquero” como invitado para cantar “La Pastilla”, aquel primer corte difusión, también llegó el momento para canciones como “Colabore”, “Llenos de magia”, “Va a escampar” y “Vuelan Palos”. Fue una lista larga, que no dio margen a la insatisfacción pero mucho menos a la duda ¿Podrían haber sido otra la lista? es una pregunta que nadie se hizo ni se hará, porque cuando suena “José sabía” como gran cierre, en ese último acto de intimidad de Sebastián “Enano” Teysera” con el público, el último aliento se va extasiado, satisfecho, afónico quizá, en un himno que interpela siempre como si fuera la primera vez que uno lo vive.-
Discopático es el nombre del disco y, quizá también un resumen de lo que el tiempo trajo, además de canciones, emociones, rutas y vueltas. Los años no vienen solos y la discopatía, como bien se define, es un término general para referirse el desgaste. Más precisamente el desgaste en la espalda, es cierto, pasa el tiempo, pasa la lluvia, se seca el barro y La Vela Puerca siempre ha sido una banda que se ha mantenido erguida, como dice una canción, casi como un epitafio. Es por eso que, este disco si bien términos etimológicos refiere a una situación degenerativa por el tiempo, resulta ser lo opuesto, un disco regenerativo porque ese es quizás el mayor valor de la música y lo que hoy nos permite seguir viendo a la Vela Puerca “Carreteando erguida y orgullosa de existir”.-
Párrafo aparte para el gran montaje de iluminación y pantallas, algo habitual en el metropolitano y que no es un dato menor, los espectáculos que se llevan a cabo allí tienen un estándar de calidad que trasciende la propia ciudad. Además del correcto manejo del público, también hay que destacar los pequeños detalles que terminan por ser los eslabones más importantes en una cadena operatoria que resultan marcar la diferencia entre un recital y un espectáculo. Lo vivido el sábado es más que la música en vivo, es una cuestión sensorial integral. Gran disfrute.-
COBERTURA COMPLETA EN (ph: @ojomoroph)